Los factores determinan los riesgos
Estudios científicos informan de que el efecto de los humos de soldadura puede causar todo tipo de dolencias físicas y enfermedades graves como cáncer, asma y enfermedad de Parkinson. Los humos de soldadura y la composición del vapor de humo que se crea al soldar diferentes tipos de metal crean partículas peligrosas en el aire que son una amenaza para la longevidad de la vida cuando se respiran. Es importante garantizar una ventilación adecuada y un equipo de filtración de aire en el espacio de trabajo de soldadura mediante el uso de equipos de extracción de humos para capturar el humo.
Las partículas constituyen el mayor peligro para la salud
El humo de soldadura es una mezcla variable de gases y partículas finas en suspensión en el aire. La composición de la mezcla depende del método de soldadura y del producto soldado. Los gases que pueden liberarse incluyen:
- óxido nitroso (NO)
- dióxido de carbono (CO2)
- monóxido de carbono (CO)
- gas protector
- ozono (O3)
Además, los humos de soldadura pueden contener partículas finas de óxidos metálicos, fluoruros y metales como:
- cromo
- níquel
- zinc
- manganeso
- cobalto
- plomo
- cobre
Información técnica sobre la «caída de polvo» y las partículas más ligeras
Las partículas de humo de soldadura tienen menos de 1 μm, es decir, 0,001 mm de diámetro, cuando se producen. Pero aumentan de tamaño cuando las partículas se adhieren entre sí. Así, con el tiempo se desarrollan partículas de un tamaño comprendido entre 1 y 7 μm. Las partículas de 1-7 μm de diámetro constituyen el mayor peligro para la salud debido a su capacidad para penetrar profundamente en los pulmones y a que no son eliminadas fácilmente por los cilios que recubren las vías respiratorias. Las partículas visibles en el penacho de humos suelen ser más pesadas, es decir, de mayor tamaño, que precipitarán rápidamente sobre las superficies adyacentes en forma de «caída de polvo». Las partículas en la zona de respiración del soldador suelen ser de 2 μm o menos. Estas partículas más ligeras y pequeñas pueden permanecer en el aire durante algunas horas si no se eliminan mediante extracción o ventilación.
Cuanto más rápido se eliminen los humos mediante ventilación, mejor.
La concentración de humos de soldadura y de sustancias nocivas es máxima en el penacho de humos que se eleva desde el punto de soldadura. Los humos de soldadura capturados en la fuente benefician la calidad del aire interior. El tiempo que un soldador puede estar inhalando dicho humo depende del tiempo que esté soldando. Algunos fabricantes sueldan una o dos horas al día, otros todo el día. Un simple cálculo, también llamado tiempo de arco, muestra que cuanto más tiempo se suelda, más humos se producen y mayor es el peligro de inhalar la mezcla de gases y partículas finas suspendidas en el aire.
El nivel de riesgo sin una ventilación adecuada y sin tomar medidas de protección depende de tres factores: la toxicidad del humo, la concentración del humo y durante cuánto tiempo se ha inhalado el humo. La toxicidad de los humos varía. Como ya se ha dicho, depende del tipo de proceso de soldadura, de los materiales utilizados y del tipo de material que se suelde. En futuros blogs, escribiremos más sobre los humos procedentes, por ejemplo, de la soldadura de acero dulce, de acero inoxidable o de metales revestidos, y sobre el desarrollo de humos en productos y procesos de soldadura específicos.
Comments are closed.